En
la duermevela de las estrellas,
en
esta noche iluminada y eterna
pienso,
recuerdo:
alguna
vez fui bella, fui joven,
deseada,
respetada.
Guardo
la querencia de unos besos
intactos,
exactos, buscados ,encontrados.
El
salitre de unas lágrimas,
unas
manos furtivas.
El
silencio fiel, la luna testigo.
Todo
fue perfecto siempre,
así
parece a la distancia.
Se
me va la vida
esta
noche, lo sé.
No
antes, no durante,
no
cuando me dijeron que todo acabaría.
Anochecer
sublime de recuerdos,
de
luna magnánima,
de
estrellas rutilantes.
Es
hoy, es ahora esta despedida,
con
un vago olor a infancia
de
césped recién cortado,
señal
del amanecer,
que
llega tarde pero firme,
que
es ahora, que es el fin.
Llena
de imágenes mi mente fluye:
saboreo
de nuevo la dulzura de las frutillas.
La
brisa del mar me despeina.
Vuelvo
a partirme pariendo.
Suelto
la carcajada plena,
porque
fui feliz, aún lo soy.
Está
aquí, es la Muerte.
Imponente.
Presente
Aquí
estoy, te esperaba.
Me
entrego sin temor.
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