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Mostrando entradas de marzo, 2018

Última duermevela

En la duermevela de las estrellas, en esta noche iluminada y eterna pienso, recuerdo: alguna vez fui bella, fui joven, deseada, respetada. Guardo la querencia de unos besos intactos, exactos, buscados ,encontrados. El salitre de unas lágrimas, unas manos furtivas. El silencio fiel, la luna testigo. Todo fue perfecto siempre, así parece a la distancia. Se me va la vida esta noche, lo sé. No antes, no durante, no cuando me dijeron que todo acabaría. Anochecer sublime de recuerdos, de luna magnánima, de estrellas rutilantes. Es hoy, es ahora esta despedida, con un vago olor a infancia de césped recién cortado, señal del amanecer, que llega tarde pero firme, que es ahora, que es el fin. Llena de imágenes mi mente fluye: saboreo de nuevo la dulzura de las frutillas. La brisa del mar me despeina. Vuelvo a partirme pariendo. Suelto la carcajada plena, porque fui feliz, aún lo soy. Está aquí, es la Muerte. Imponente. Pre

Sin vos ni yo

El silencio que otorgas y las palabras que callo. La sonrisa tuya que alcanza para sanarme. El deseo esquivo que nos frena. Las manos que no saben qué forma adoptar.  Y tus ojos negros que me desmoronan. Y los minutos que no alcanzan porque estiramos tanto el tiempo que se nos está haciendo pasado antes de que sea presente. Y vos y yo, sin vos ni yo, ni nada que nos una,salvo este amor de fantasia, sin ninguna posibilidad. 

#8M Día Internacional de la Mujer

Soy feminista.  Sí, empiezo así para que sepan que lo que viene después sale de la boca y los dedos de una mujer que cree en la causa feminista. Una mina que lucha día a día por demoler sus resabios machistas, una persona de sexo femenino que cría dos hijos, un hijo y una hija, con la firme convicción de que son iguales. Una tarea que no es fácil por el contexto patriarcal en el que crecí y me cri aron a mí. Aun así lo intento. A él (mi varón, el hombre de mi vida) le toca la parte de aprender que no es más que ninguna mujer, que no debe gritarle, insultarla, ser violento en ninguna de sus formas, ni tiene que considerar que hay tareas exclusivas de mujeres que él no puede hacer.  A ella (mi pequeña, mi mini yo, mi reflejo) le toca aprender a respetarse y hacerse respetar, a luchar por un mundo más justo e igual para ella y para todas. A ella también le toca ver que hubo muchas mujeres que lucharon para que hoy podamos estar un poco más avanzadas e igualadas. A ella le correspon