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Que Dios nos perdone

Te vas a rebajar y vas a tener que pedirme perdón. 
Quiero verte on your knees y escucharte decir "perdoname" con cada uno de tus cabellos. 
Quiero respirar tus disculpas y que ellas emanen de tus poros.
Vas a tener que trabajar duro, muy duro para ser creíble. 
Te va a llevar bastante tiempo lograr que cada fibra de mi cuerpo te perdone. 
Va a salirte caro, so much expensive.
Te lo juro, te lo aseguro.
Te voy a ver llorando.
La venganza es un plato que se come frío; sazonado con tu humillación aún sabrá mucho mejor.
Y mientras tanto yo... 
Yo tendré que atarme las manos para que no sequen tus lágrimas ni acaricien tu pelo negro de arrepentimiento.
Yo tendrá que ponerme un chaleco de fuerza para no caer en tus brazos rendidos.
Tendré que atarme al sillón para no caer a tus pies cuando te pida por favor que perdones mi soberbia de pretender que, al menos una vez, seas vos el que me pida perdón.
Y entonces, que Dios nos perdone a los dos.

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