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Cosa de dioses

Cada tanto, un dios cruel y vengativo nos recuerda que haber robado el fuego fue una gran soberbia humana, una metida de pata supina del amigo Prometeo. Y ese pecado capital e irredimible se paga con más fuego descontrolado que sufre la tierra y los ciudadanos de a pie, siempre herederos de los castigos divinos.



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Luna de sangre

Eclipse de sangre llaman al momento en que la luna pone su cara ardorada, roja de ardores nocturnos, de intentar infructuosamente que su amado sol pase, alguna vez, una noche junto a ella.  Los lobos aúllan su llanto, pero el rey Febo aún no quiere darse cuenta.

Otoño

Vino el otoño con sus mañanas frescas, con sus hojas secas, con el sol remolón y las noches tempranas de luna lejana. Vino el otoño de rocío y crujidos. Vino el otoño a susurrar tu nombre en el viento y a recordarme cuán fría es tu ausencia cada vez que me toca un rayo de sol.

El árbol

Me gusta recostarme sobre la hierba y contemplar el cielo a través del follaje de nuestro árbol del bosque.  Recordar las promesas, las caricias, las risas y los sueños de los que él fue testigo.  Buscar y encontrar las iniciales que grabamos a cuchillo en su tronco macizo.  Sentir que cada una de sus hojas y yo sabemos bien que, recordándote, sigues aquí conmigo, aunque tu cuerpo ya se haya ido.