—¡Ja! Te lo dije. Ahí la
tenés.
—¿Qué
cosa?
—Las
mentiras, tus mentiras.
—¿Qué
mentiras?
—Esas
que van ahí, están pasando cerca de tus pies, son chiquitas, minúsculas pero
evidentes. Siempre te dije que las mentiras tienen patas cortas.
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