Viernes. Soñado, amado, deseado, pedido a gritos. Viernes que cargas una pesada mochila llena de esperanzas ajenas. Viernes quitapenas. Y si no las quitas, las camuflas hasta el próximo lunes mal agorero. Viernes de resurrección de la carne y la vida perdurable. Viernes sin restricciones. Viernes, amén.
Escribo porque me libera y me sana. Porque soy más yo en cada palabra. Porque cuando en la vida me pierdo, escribiendo me hallan.
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