Ruges rigurosamente en el silencio de la noche. Viento tirano, que les recuerdas a los pobres que son pobres, en cada chapa que se vuela entre tus garras. Viento cómplice de los ricos, porque los obligas a cerrar fuerte las ventanas para que sigan sin ver. Llevas y traes quejas, lágrimas, risas y deseos incumplidos. Vendaval ladrón de sueños que danzan de aquí para allá en cada soplido. Ventarrón arrabalero, te llevas la esperanza pa'otros pagos y la devuleves en forma de olvido. Viento que no te aquerencias con nadie, vuelas bajo y rápido, arrasando la tierra y dejándola desnuda de amor. Te acusaba Goyeneche de traer un extraño lamento, tal vez es el grito ahogado de miles de mujeres golpeadas y asesinadas cada vez. Viento cruel. Cínico viento.
Escribo porque me libera y me sana. Porque soy más yo en cada palabra. Porque cuando en la vida me pierdo, escribiendo me hallan.
Comentarios
Publicar un comentario